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Autoregistro

| 7/6/07
La Terapia Cognitiva considera que en numerosos padecimientos, la persona se ve envuelta en problemas debido a su falta de registro de lo que ocurre. Una pobre capacidad de observación de que ciertas cosas acontecen en determinados momentos y bajo ciertas circunstancias es un factor que predispone altamente a verse involucrado en dificultades. Los terapeutas cognitivos suelen instruir a muchos de sus pacientes a realizar obervaciones metódicas y sistemáticas sobre algunos aspectos del problema que los aqueja o sobre algunas maneras de comportarse. Uno de los muchos ejemplos en que se utiliza esta técnica es en personas que presentan quejas o dolores físicos, donde los exámenes médicos descartan un problema orgánico.

Existen varias técnicas de autoregistro. El paciente puede recibir la instrucción de observar cuándo le ocurre algo, en qué circunstancias, con qué frecuencia, etc. En todos los casos, estos métodos de autoobservación tienen la propiedad de incrementar la capacidad del paciente de controlar los fenómenos perturbadores. Autoobservar es una manera de lograr una mayor distancia y, por ende, de disminuir el peso negativo de los síntomas. Se trata de uno de los ejemplos más característicos de tareas intersesión.

Material consultado:
Fernández Alvarez, H. Terapia Cognitiva. (1999) En "El bienestar que buscamos. Tres enfoques terapéuticos", AH Editores, Buenos Aires, págs. 238-239.

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